martes, 10 de noviembre de 2015

TRATAMIENTO SORDERA



TRATAMIENTO SORDERA 


El tratamiento de la sordera depende de la causa de dicha patología. Hay una serie de opciones de tratamiento disponibles que se deben barajar entre el médico y los `padres amoldándose a las necesidades del niño.
Si existen daños o algún problema estructural en el tímpano o en los huesecillos, la cirugía puede ayudar a corregirlo.
 Si el problema está en la cóclea o en el nervio auditivo, puede que se aconseje el uso de audífonos o la realización de un implante coclear.


Cada bebé requiere de un tratamiento específico que garantice el máximo desarrollo cognitivo, comunicativo y lingüístico posible y el éxito que se alcance dependerá de la causa y la severidad de la pérdida auditiva.

Idealmente, el niño debe de estar atendido por un equipo multidisciplinario de médicos especialistas que incluyan:

  •  el pediatra que atiende al niño
  •  un otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta),
  •  un especialista del lenguaje
  •  un audiólogo y un terapista.
El tratamiento puede incluir:
  • Limpieza del conducto auditivo (extraer del oído la cera o suciedad o en tratar una infección subyacente.)
  • Estimulación temprana
  • Utilización de aparatos o auxiliares auditivos (audífonos),
  • Reeducación (aprendizaje de lenguaje por signos, lectura labial)
  • Tratamiento médico-quirúrgico: si existen daños o algún problema estructural en el tímpano o en los huesecillos, la cirugía puede ayudar a corregirlo, implantación de prótesis, medicación…

Estimulación precoz: El bebé con sordera congénita tiene una gran dificultad de comunicación con el exterior ya que carece de lenguaje. Por lo tanto, se le dificulta relacionarse con los demás e interactuar con el medio. A pesar de esta deficiencia, el niño sordomudo estimulado correctamente desarrolla un nivel de inteligencia normal. La estimulación del niño con deficiencia auditiva deberá potenciar sus posibilidades de relación, comunicación y desarrollo global.
Esto no quiere decir que debamos sobreproteger a nuestro hijo o hija, lo importamte es hablar, cantar, jugar con él… y, en la medida de lo posible, sin pensar “no me oye”. 
Debéis armaros de paciencia y optar por una actitud positiva para que la convivencia familiar se desarrolle dentro de unos límites de normalidad y se cree un ambiente estable en el que el niño pueda crecer equilibradamente.
En algunos casos es bueno que los padres se ayuden de psicólogos que les pueden ayudar tanto a ellos comos a sus hijos para atender determinadas necesidades o problemas de tipo afectivo.

Aparatos o auxiliares auditivos: Cuando el especialista ha establecido el nivel de audición que maneja el bebé, podrá determinar el tipo de aparato o auxiliar auditivo más conveniente (se pueden colocar a partir de los 6-8 meses de vida). 

En resumen, como se suele decir, cada niño es un mundo, y por lo tanto cuando nace un bebé con problemas auditivos debemos llevar a cabo una valoración exhaustiva del tipo de sordera que presenta, para así poder adecuar un tratamiento que sea lo más beneficioso posible y que le permita al niño/a llevar una vida lo más normal posible.

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