TRATAMIENTO SORDERA
El tratamiento de la sordera depende de la causa de dicha patología. Hay una serie de opciones de tratamiento disponibles que se deben barajar entre el médico y los `padres amoldándose a las necesidades del niño.
Si existen daños o algún problema estructural en el tímpano o en los huesecillos, la cirugía puede ayudar a corregirlo.
Si el problema está en la cóclea o en el nervio auditivo, puede que se aconseje el uso de audífonos o la realización de un implante coclear.
Si el problema está en la cóclea o en el nervio auditivo, puede que se aconseje el uso de audífonos o la realización de un implante coclear.
Cada bebé requiere de un tratamiento específico que garantice el máximo desarrollo cognitivo, comunicativo y lingüístico posible y el éxito que se alcance dependerá de la causa y la severidad de la pérdida auditiva.
Idealmente, el niño debe de estar atendido por un equipo multidisciplinario de médicos especialistas que incluyan:
- el pediatra que atiende al niño
- un otorrinolaringólogo (especialista en oídos, nariz y garganta),
- un especialista del lenguaje
- un audiólogo y un terapista.
El tratamiento puede incluir:
- Limpieza del conducto auditivo (extraer del oído la cera o suciedad o en tratar una infección subyacente.)
- Estimulación temprana
- Utilización de aparatos o auxiliares auditivos (audífonos),
- Reeducación (aprendizaje de lenguaje por signos, lectura labial)
- Tratamiento médico-quirúrgico: si existen daños o algún problema estructural en el tímpano o en los huesecillos, la cirugía puede ayudar a corregirlo, implantación de prótesis, medicación…
Estimulación precoz: El bebé con sordera congénita tiene una gran dificultad de comunicación con el exterior ya que carece de lenguaje. Por lo tanto, se le dificulta relacionarse con los demás e interactuar con el medio. A pesar de esta deficiencia, el niño sordomudo estimulado correctamente desarrolla un nivel de inteligencia normal. La estimulación del niño con deficiencia auditiva deberá potenciar sus posibilidades de relación, comunicación y desarrollo global.
Esto no quiere decir que debamos sobreproteger a nuestro hijo o hija, lo importamte es hablar, cantar, jugar con él… y, en la medida de lo posible, sin pensar “no me oye”.
Debéis armaros de paciencia y optar por una actitud positiva para que la convivencia familiar se desarrolle dentro de unos límites de normalidad y se cree un ambiente estable en el que el niño pueda crecer equilibradamente.
En algunos casos es bueno que los padres se ayuden de psicólogos que les pueden ayudar tanto a ellos comos a sus hijos para atender determinadas necesidades o problemas de tipo afectivo.
Aparatos o auxiliares auditivos: Cuando el especialista ha establecido el nivel de audición que maneja el bebé, podrá determinar el tipo de aparato o auxiliar auditivo más conveniente (se pueden colocar a partir de los 6-8 meses de vida).
En resumen, como se suele decir, cada niño es un mundo, y por lo tanto cuando nace un bebé con problemas auditivos debemos llevar a cabo una valoración exhaustiva del tipo de sordera que presenta, para así poder adecuar un tratamiento que sea lo más beneficioso posible y que le permita al niño/a llevar una vida lo más normal posible.
En resumen, como se suele decir, cada niño es un mundo, y por lo tanto cuando nace un bebé con problemas auditivos debemos llevar a cabo una valoración exhaustiva del tipo de sordera que presenta, para así poder adecuar un tratamiento que sea lo más beneficioso posible y que le permita al niño/a llevar una vida lo más normal posible.
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