jueves, 12 de noviembre de 2015

AUDÍFONOS

AUDÍFONOS

Seguramente habéis oído hablar cientos de veces sobre estos instrumentos electrónicos, pero, ¿Para qué sirven?

Pues nada más y nada menos que para corregir las diferencias auditivas.

Funcionan de la siguiente manera:

-El micrófono capta el sonido.

-Los anillos son analizados por el chip de procesamiento.

-Los sonidos procesados se envían al amplificador.

-Los sonidos amplificados se envían al altavoz.

-Los sonidos se transmiten al oído interno a través del altavoz y allí se transforman en impulsos eléctricos.

-El cerebro capta y procesa los impulsos.



Distinguimos tres tipos de audífonos.

RETROAURICULAR: va colocado detrás de la oreja y es el más utilizado para los niños.

 

INTRAURICULAR: se introduce en el oído adaptándose a su forma. No está recomendado en niños.


INTRACANAL: va colocado dentro del canal auditivo externo. No se recomienda para niños pequeños.

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Con estos instrumentos es posible hacer audibles sonidos muy débiles, evitando la agresión de los sonidos fuertes y eliminando pitidos desagradables. La amplificación del sonido con el aparato debe iniciarse lo antes posible una vez efectuado el diagnóstico, incluso a los seis meses de edad. Algunas veces, la sordera es tan grave que ni el audífono más potente puede amplificar el sonido lo suficiente. 

Una vez indicado el tratamiento con audífono es imprescindible una adecuada adaptación a los aparatos dispositivos mediante una rehabilitación en un centro especializado con terapeutas del lenguaje experimentados.


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