lunes, 9 de noviembre de 2015

Sordera congénita



En la entrada anterior hablamos de la sordera adquirida y de la sordera congénita, pues bien, hoy dedicaremos nuestra entrada a esta última.

Sordera congénita

Llamamos sordera congénita parcial o total a aquella que se produce desde el nacimiento y que puede ser genética o adquirida. No es una enfermedad demasiado común y no suele ser detectada hasta pasados los 6 meses de vida, aunque el 80% de los casos de sordera congénita está ya presente en el momento del nacimiento.

  • La sordera congénita hereditaria se debe a la mutación en los genes y la herencia puede ser recesiva, dominante o ligada al sexo; en la cual la madre transmitirá el gen defectuoso solo a los hijos varones.
EL 50% DE LOS NIÑOS CON SORDERA CONGÉNITA NO TIENEN ANTECEDENTES FAMILIARES PERO SU PATOLOGÍA ES DE ORIGEN HEREDITARIO




  • La sordera congénita adquirida puede ser:
PRENATAL:  debida a influencias de agentes ambientales que dañaron el oído del bebé durante su desarrollo dentro del útero.

PERINATAL: se debe a influencias patológicas que actúan durante las primeras horas del nacimiento. Algunas de las causas de la s.c.a perinatal son:

-Prematuridad extrema
-Meningitis neonatal
-Bajo peso al nacer
-Falta de oxígeno durante el parto o posterior
-Traumatismos del parto
-Medicamentos
-...


Y ahora podéis preguntaros que le pasa al bebé, es decir,¿que consecuencias tiene la sordera para los bebés?


La sordera puede afectar al bebé en estas cuatro formas:
  1. Retarda el desarrollo de la comunicación receptiva y expresiva, es decir, el bebé tarda más en aprender a hablar y lo hace con más dificultad ya que el niño que no puede oír no puede desarrollar su código oral.
  2. El déficit en el lenguaje causa problemas de aprendizaje que resultan en un logro académico bajo.
  3. Los problemas de comunicación llevan a un aislamiento y baja autoestima.
  4. Puede impactar también en la futura elección vocacional.

Todo esto hace imprescindible un apoyo total a estos niños por parte de la familia y de los educadores escolares, para evitar así una grave discapacidad y una gran desventaja con respecto a otros niños.




Para detectar esta patología a los recién nacidos existe una prueba llamada screening o tamiz auditivo neonatal, la cual se les realiza antes de recibir el alta hospitalaria tras el nacimiento y así poder diagnosticar la sordera congénita lo más rápido posible para que el tratamiento oportuno no se demore y el niño llegue a a la fase de desarrollo del lenguaje.



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