La DA va a sufrir una serie de variaciones se cuanto a los signos y síntomas que presenta dependiendo en la fase en al que se encuentra el paciente. Las fases van cambiando a medida que pasan los años aunque no siempre pasan por todas, ya que en algunos años puede desparece la clínica y luego reaparece en fases más avanzadas o simplemente no vuelve a aparecer . De esta manera, la primera fase es la de lactante, que tiene lugar entre los 2 meses y 2 años de vida. En esta etapa se desarrolla la presencia de eccema. Las lesiones se producen en la mejilla, volviendose eritematosas y posteriormente se llenan de vesículas que acabarán formando una costra. Cuando desaparece la piel queda descamada y enrojecida hasta que se produzca un nuevo brote.
A medida que avanza la enfermedad las lesiones se producen en el resto de la cara y en la frente. También los pabellones auriculares, otras zonas del tronco, dorso de los pies y de las manos y si sigue progresando puede afectar también a los miembros y las nalgas.
En el final de esta fase se producen las lesiones en flexuras
La siguiente fase comenzaría a los 2 años y se extiende hasta los 12. Puede producirse como continuidad de la fase anterior o aparecer espontáneamente. Aqui se produce prúrigo, liquenización y eccema seco. las placas se van a encontrar en la flexura antecubital y poplitea, nuca y cuero cabelludo.Los adolescentes incluso pueden desarrollar placas de eccema en pezones y areola.
En esta fase también puede aparecer quielitis descamativa, pitiriasis alba y dermatitis plantar juvenil.
Y por último tenemos al fase del adolescente y adulta que tiene lugar a partir los 12 años en adelante. A partir de los 30 no es frecuente que persista. La lesión típica de esta fase son la liquenación en formas de placas que se producen en la nuca y cara, dishidrosis en manos y pies, eccema numular y prúrigo nodular en brazos y piernas.
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