En cuanto al tratamiento, cabe decir que es únicamente para reducir los síntomas de la enfermedad y que el paciente se encuentre lo mejor posible aún sin poder curarse.
Por ello los fármacos que se empleen irán dirigidos a la reducción de la inflamación, al alivio del dolor abdominal, la diarrea y la hemorragia. Finalmente, mediante un control nutricional se podrían reponer los posibles déficits causados por la enfermedad.
Como podemos observar en el siguiente gráfico, el número de fármacos utilizado por las diferentes personas que padecen esta enfermedad puede ser muy variable; cabe destacar que en la mayoría de las situaciones los fármacos utilizados no son muchos y el cuadro de la enfermedad puede ser bastante estable con ellos.
Algunos de los fármacos más utilizados se detallarán a continuación:
- Antiinflamatorios: reducen la inflamación provocada por la enfermedad aliviando esa sensación de mal estar.
- Esteroides: también reducen la inflamación pero se utilizan en un período de tiempo breve ya que sus efectos secundarios son bastante graves.
- Supresores del sistema inmune: como ya hemos dicho, se cree que esta enfermedad puede deberse a un trastorno del sistema inmune y por ello se pretende inhibir al mismo para que deje de destruír la mucosa intestinal.
- Terapias biológicas: en vena o debajo de la piel cuando el resto de fármacos no hacen efecto.
- Antibióticos: tratan el sobrecrecimiento de bacterias debido a diferentes causas.
- Medicamentos contra diarrea.
Podeis encontrar preguntas frecuentes e información sobre fármacos aquí.
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